miércoles, 21 de marzo de 2012

Amar, querer.


Amar es conocer virtud ardiente,
querer es voluntad interesada,
grosera y descortés caducamente.

El cuerpo es tierra, y lo será, y fue nada,
de Dios procede a eternidad la mente:
eterno amante soy de eterna amada.

Francisco de Quevedo



Amar acto puro y con mayor intensidad, el amor es adorar al amado, querer es desearlo. Amar esta por encima de querer, es algo moral, no existe interés por el simple goce, porque el amor es una virtud ardiente.
El poeta se siente encarcelado por ese amor puro, un amor que tiene que cuidar y adorar para conservarlo y vaya creciendo y enrriqueciendose, como una planta que va creciendo y floreciendo con el dulce cuidado del jardinero, sin tener que poseer a la amada, dejándola libre en el jardín, sin tener que poseer la de la forma que el querer le llevaría hacer, intentar manipularla para que sea lo que el jardinero quisiera.
El amor es mas profundo, se encuentra en el alma, el amor de verdad no se esfuma, es eterno, perdurara tras la muerte. 

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