jueves, 2 de diciembre de 2010

El cierre del café



Era tarde, estaba lloviendo y las calles estaban casi vacías. Ella entró en un café. Un café al que le gustaba mucho ir. Le resultaba cómodo, cercano y tranquilizador, un lugar donde poder evadirse de todo lo transcurrido a lo largo del día. Hoy entro y se fue sin pensarlo a su lugar favorito, una esquina al lado de una ventana donde veía pasar a la gente por la calle. Saco el libro que estaba leyendo, un de los grandes clásicos, sueño de una noche de verano, ya estaba a punto de terminarlo. Llego el camarero que ya la conocía bastante bien y le trajo un te de mango con unas galletetitas. 
Paso toda la tarde, y ella termino el libro, pero se quedo allí sentada, mirando por la ventana. La cafetería ya estaba vacía, solo quedaban ella y el camarero,estaba apunto de cerrar. Ella sin darse cuenta empezó a llorar, y él se acerco y le dijo:
-¿Por qué lloras?
Ella se sorprendió, no se dio cuenta de que se había acercado.Noto las saladas lagrimas correr por su rostro y rápidamente se las seco con la manga de su blusa. En un principio no sabia que contestar, pero finalmente le dijo:
-Es cosa de lo que he estado leyendo.
Él ya se había fijado que había estado leyendo una de las obras de Shakespeare y que la había terminado, entonces le pregunto porque lloraba si al final la obra terminaba bien. Durante un largo momento el silencio se extendió entre ellos dos. Ella lo rompió:
-Me ha dado en que pensar
-¿Y en que pensaste?-pregunto él- no se que te pudo haber hecho llegar a conclusiones que te hagan llorar.
-En el amor
-¿Sí? 
-Sí, estaba pensando en que a mi nunca me han amado, yo si ame y no fui amada, nadie me quiere, la gente ni siquiera se fija en mi. Repelo a la gente, todos los novios que he tenido no me duraron nada y siempre acababa yo llorando.
-No debes pensar así.
-¿Y por qué no? ¿Dime, sabes de alguien que se fije en mi? Porque yo no se de nadie.
-Yo sí -vacilo en decirlo pero finalmente lo soltó- Yo. 
Volvió el silencio. Él pensaba que diría ella. Ella pensaba que le diría, le tomo por sorpresa.Él no tenía pensado decírselo pero se lo dijo. Ella se atrevió a preguntar.
-¿Tú te fijas en mi?
-Sí, mas bien estoy enamorado de ti.
-¿Como si no me conoces?
-No. Si que te conozco. No te gusta que la gente este apabullandote a tu alrededor, te gusta leer grandes clásicos, ficción, romances.Aveces tarareas de forma inconsciente preciosas melodías que desconozco,supongo que las vas improvisando, se te pasa el tiempo. Te gusta soñar, aveces te quedas mirando a un punto y piensas e imaginas, lo noto se te ve en la cara, cuando lo haces se te dibuja una sonrisa en la cara. Eres algo excéntricica te gustan los colores nunca te he visto las uñas de un mismo color, te atreves con unos estampados inimaginable, tienes estilo, eres algo parecido a una mezcla bintage y bohemio, no te importa lo que la gente opine de tu imagen, te gusta innovar. A veces te enfrascas en conversaciones contigo misma,
 -¿Como sabes tanto sobre mi ?
-¿No lo has notado? Me fije en ti la primera vez que te vi entrar por esa puerta y me enamore de ti, nunca se me brindo la oportunidad de decírtelo pero hoy me he atrevido, no podía aguantar mas quería que lo supieses.
-Casi no hemos hablado y tengo la sensación de que eres la persona que mas me conoce en este mundo.
Él ya no se aguantaba mas, no se lo pensó dos veces y la beso. Ella noto el beso cálido tierno cercano, le invadió una sensación de tranquilidad, se le erizaron los pelos. Él no se lo creía, la estaba besando, nunca había sentido nada igual. El beso se volvió cada vez mas pasional. Él era ahora feliz, ella era ahora por fin feliz.


La cafetería hace tiempo que tenia colgado el cartel de cerrado. Pero hasta horas después no estuvo vacía.